Longanimidad

Longanimidad

¡Qué enorme riqueza posee nuestra lengua! y cuanto podemos aprender cada día con solo mirar el diccionario.

Hasta ahora pensaba que uno de los elementos más importante para conseguir éxito, para alcanzar una meta, era la perseverancia. Pero no basta con aplicar perseverancia, es necesario añadirle un grado más.

Lo que tenemos que poner en juego para desarrollar nuestras metas es longanimidad.  La definición que da el diccionario de la RAE explica esta afirmación con extrema claridad: Longanimidad es “grandeza y constancia de ánimo en las adversidades”

No hay mucho que comentar acerca de lo que añade esta cualidad, la definición es muy clara, no basta con perseverar, es absolutamente necesario mantener el buen ánimo en las situaciones y circunstancias que nos son adversas.

La longanimidad es, por tanto, una cualidad necesaria en todo líder. Un líder siempre está en situación de conseguir metas. Inevitablemente, siempre que nos planteamos conseguir algo, vamos a encontrar obstáculos o barreras que hacen difícil su logro. Nunca ha sido fácil llegar a la meta.

Una clave para mantener una actitud de buen ánimo ante la adversidad es, precisamente, identificar qué cosas se van a interponer en nuestro camino. No siempre podemos anticipar todos los elementos que pueden ser desfavorables para conseguir nuestros propósitos, pero sí que podemos hacer el ejercicio de identificar el mayor número posible de obstáculos que nos vamos a encontrar en el camino. Y tenemos que recordar que la mayoría de fracasos se producen no por las dificultades que nos podamos encontrar, sino por los abandonos. La mayoría de personas abandona antes de agotar sus posibilidades de éxito.

En definitiva, si somos capaces de anticipar posibles obstáculos, podremos buscar las soluciones o acciones para superarlos y así afrontarlos con buen ánimo, con la expectativa positiva de superarlos.

En general, podemos distinguir siempre tres tipos de obstáculos que nos distancian de nuestras metas:

1.- Obstáculos personales. Muchas veces nosotros mismos somos una gran barrera que nos separa de nuestra meta. Las barreras personales pueden surgir de alguna necesidad educativa, de experiencia o de adquirir alguna habilidad como comunicarse mejor, evitar la posposición, tomar decisiones más decididamente. Otra posible necesidad es desarrollar nuevas actitudes.

2.- Factores externos o barreras ambientales. Este es el tipo de barreras u obstáculos en los que nos solemos centrar. Hay veces en que realmente existen obstáculos en el entorno, en esos casos, podría cambiar su ambiente, mudarse a otro, o alterar la meta para que se adapte al ambiente. Pero no es conveniente achacar la responsabilidad de un posible fracaso a las condiciones del entorno.

La mayoría de las personas habitualmente culpan a las «condiciones» ante cualquier dificultad, esto les lleva a convertirse en personas que se dejan llevar por la corriente y que nunca se adaptan a las condiciones del ambiente, no importe a donde vayan.

3.- Conflicto con otras metas o con nuestro sistema de valores. En muchas ocasiones la falta de análisis nos lleva a no tener en cuenta que nuestra meta está en conflicto ya sea con nuestro sistema de valores o con las necesidades de tiempo que nos exigen otras metas más importantes. Realizar una un auto análisis minucioso y establecer prioridades claras, nos permitirá reconocer el conflicto y asignar la prioridad correcta o adecuada. A veces, un conflicto entre metas es simplemente asunto de sincronización. Si bien dos metas pueden ser igualmente importantes, una podría ser urgente, mientras que la otra se podría posponer con facilidad para llevarla a cabo posteriormente.

La conclusión que podemos sacar es que este tercer tipo obstáculo forma parte del primero (obstáculos personales) por lo que si usted somos sinceros con nosotros mismos podemos descubrir que los obstáculos más difíciles de superar y los que menos tenemos en cuenta son aquellos que crecen dentro de nosotros y que impiden el desarrollo de todo nuestro potencial.

En cualquier caso, vuelvo a insistir, la identificación del mayor número posible de obstáculos y el análisis de cada uno de ellos separada y conjuntamente nos permitirá evaluar nuestras posibilidades de éxito y si estas existen, diseñar las soluciones a los obstáculos.

A partir de este diseño de soluciones pasaremos directamente a elaborar nuestro plan de acción.

2 comments

  1. AlfonsRR dice:

    ¿Me dejas compartirte en Facebook / LinkedIn?

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