Fundamentos de Liderazgo 2: Fijar el Rumbo (texto)

Uno de los pasajes más conocidos del famoso cuento de Lewis Carroll “Alicia en el país de las maravillas” es la escena en la que Alicia, que estaba perdida en el bosque, se encuentra con el gato de los deseos. Alicia le pregunta al gato: “Gato de los Deseos, ¿Podrías decirme como puedo salir de aquí?”, a lo que el gato respondió: “eso depende del lugar al que te dirijas”. Alicia le replica: “no me importa mucho el lugar”. Finalmente,  le dice el gato: “entonces tampoco importa mucho el camino que tomes”. Al igual que un velero  en un gran océano nuestra vida puede discurrir a la deriva o con un rumbo claro y bien definido.

Sea cual sea la perspectiva de desarrollo que queramos abordar, sea cual sea la situación en la que estemos, o el ámbito, profesional o personal, que queramos mejorar, el primer paso que tenemos que dar es cristalizar nuestro pensamiento. Fijar nuestro propósito en nuestra mente de forma que no tengamos dudas sobre aquello que hemos decidido conseguir.

Se trata de definir con claridad nuestra meta. ¿Cómo podemos hacerlo? ¿Cuáles son los requisitos que tiene que cumplir la definición de nuestra meta para que cristalice?

Para responder a esta pregunta vamos a jugar con la palabra “meta” y a cada una de las letras que la componen, le vamos a asociar una característica que nuestra definición tiene que satisfacer.

Estas características son:

  • Medible
  • Específica
  • Tángible
  • Alacanzable

Si nuestra meta no cumple estas características los pasos siguientes van a ser mucho más complicados.

Una meta tiene que ser Medible. Se tiene que  poder medir. Si no podemos determinar el nivel de progreso nos costará mucho mas avanzar hacia nuestro objetivo.

b) Específica. Es necesario definir la meta de forma específica, para ello tenemos que poder responder a preguntas en las que utilicemos los siguientes adverbios:

  • Quién: ¿Quién está implicado?
  • Qué: ¿Qué quiero conseguir?
  • Dónde: Identifica el lugar
  • Cuándo: Establezce un periodo de tiempo.
  • Cuál: Identifica los requisitos y los impedimentos
  • Por qué: Especifica las razones, los propósitos o los beneficios de conseguir ese objetivo.

c) Tangible. La metas serán tangibles cuando podamos sentirla con alguno de nuestros sentidos, de esta forma será más fácil convertirla en específica y manejable, y por lo tanto posible de alcanzar.

d) Alcanzable. Tenemos que establecer objetivos que sean alcanzables, eso no quiere decir que no tengan que tener un cierto grado de ambición.

Si la definición de nuestra meta cumple todos estos requisitos haremos mucho más fácil lo difícil.

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