Actición 5 – El análisis 80-20 de mi productividad

La fórmula mágica que definió Vilfredo Pareto (1848-1923) y que, generalizándola, viene a decir que el veinte por ciento de las causas genera el ochenta por ciento de los efectos, se comprueba también en el ámbito del rendimiento y de la productividad. Así, resulta que con solo el veinte por ciento de la actividad que realizo consigo el ochenta por ciento de mis resultados. Y viceversa, el ochenta por ciento de la actividad produce tan solo el veinte por ciento de mis resultados. Es por eso que incrementando el veinte por cien y disminuyendo el ochenta por cien incrementaré mis resultados.

Actitud:

Siempre existe oportunidad para la mejora.  No se trata tanto de cambiar la cantidad total de actividad que realizo como de cambiar la proporción de actividad que realizo en cada nivel de importancia de esas actividades.

Acción:

El primer paso es identificar. Para mejorar mis resultados en cualquier ámbito, identifico mis actividades de máxima rentabilidad para aumentar la proporción del tiempo que les dedico en detrimento de las actividades de baja rentabilidad. Sigo la regla de las tres “P´s”:

  • Planifico mis Actividades de Máxima Rentabilidad (AMR)
  • Priorizo
  • Protejo frente a otras Actividades de Baja Rentabilidad (ABR)

Las Actividades de Máxima Rentabilidad son aquellas que están directamente relacionadas con los resultados. Estas actividades nos ofrecen los más altos beneficios y los mayores índices de felicidad. Las personas apreciamos mucho más los resultados que son consecuencia del trabajo, el esfuerzo y la dedicación plena que aquellos que no podemos atribuir a nuestras capacidades y dedicación. Puesto que las Actividades de Máxima Rentabilidad están relacionadas con los resultados que queremos conseguir, siempre nos van a requerir que demos los mejor de nosotros en todos los sentidos, esfuerzo, tiempo y uso de todas nuestras capacidades. Sin embargo, a cambio y de forma inmediata tan solo nos ofrecen riesgo. El riesgo de dedicarnos en cuerpo y alma a hacer cosas que no sabemos el resultado que nos darán.

En contraposición, las Actividades de Baja Rentabilidad suelen ser actividades que dominamos y que no nos ofrecen riesgos, normalmente son rutinarias y suelen estar más relacionadas con procesos predefinidos que con acciones creativas. Estas actividades no suponen riesgo, el resultado es mucho más previsible que el de las Actividades de Máxima Rentabilidad.

Muchas personas se dejan llevar por las circunstancias y no afrontan el reto de dedicarse a desarrollar Actividades de Máxima Rentabilidad. Por ejemplo, en la lista de actividades de hoy puede tener previsto dedicar la tarde a hacer un análisis sobre los resultados que están dando las acciones previstas en su plan estratégico y tomar decisiones acerca de los cambios a realizar. Como quizás le resulte complejo hacer el análisis y decidir sobre los cambios necesarios, es muy probable que ante cualquier imprevisto que surja se deje llevar y posponga la actividad prevista para otro momento.

Al principio de esta Actición decía que la fórmula 80-20 es mágica. Y digo que esto es así porque se aplica a muchas situaciones y ámbitos. He diseñado un calendario para el próximo año 2013 en el que planteo que el ochenta por ciento de las personas atravesarán el añó sin dedicar su trabajo y esfuerzo a Actividades de Máxima Rentabilidad, mientras que el otro veinte por ciento desarrollarán Actitudes y Acciones (Acticiones) que les conducirán al éxito.

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